Si el debate de los candidatos a intendente de Rosario fue aburrido, el de gobernador por momento se tornaba difícil de seguir. Más allá del formato encorsetado que impedía el cruce de idea y el debate en su sentido estricto, a los dirigentes les faltó audacia, ninguno se animó a salirse de su libreto y en varias ocasiones sobraron segundos generando un incómodo silencio.
(Fuente: www.lapoliticaonline.com)
El más osado fue el radical José Corral quien apuntó sus críticas más ácidas contra Antonio Bonfatti mientras el socialista se concentró en Omar Perotti quien amenaza con desbancar al Frente Progresista de la Casa Gris después de 12 años de gobierno. La elección del próximo domingo promete definirse voto a voto.
A diferencia de Roy López Molina, el candidato de Cambiemos en Rosario que se despegó del gobierno nacional en la ciudad donde la imagen negativa de Macri supera los 70 puntos, José Corral destacó el trabajo de Patricia Bullrich y las políticas presidenciales.
Perotti se mantuvo fiel a su estrategia de campaña de no nacionalizar la elección santafesina repitiendo que el mejor aporte que puede hacer al peronismo es ganar la gobernación y durante las dos horas que duró el debate, esquivó hacer referencia a la unidad peronista que maceran el kirchnerismo y Massa.
El segmento más tenso se generó cuando se abordó el tema seguridad aunque por ser el primero de la noche, los candidatos aún no habían entrado en calor. Sin embargo, Corral sorprendió cuando sacó un par de esposas para referirse a los presos que se fugaron semanas atrás cuando eran trasladados de Rosario a la penitenciaría de Coronda.
«Esto es lo que le faltaba a los presos que se fugaron en la autopista. A quién se le ocurre trasladar asesinos sin esposas», chicaneó el radical quien además mostró las estadísticas de homicidios de los últimos años remarcando que los números más altos se dieron en la gestión de Bonfatti.
El socialista, quien en la presentación hizo alusión al tiroteo en su domicilio «por perseguir a las bandas de narcotraficantes», desestimó los ataques de Corral y se limitó a afirmar que las estadísticas de asesinatos en Nación y otras provincias no son auténticas, a diferencia de Santa Fe.
El senador peronista habló de trabajo y educación y de la necesidad de que el gobernador conduzca a la policía y se respete la verticalidad de la institución «con un jefe y 19 unidades regionales».
Bonfatti que tenía como blanco a Perotti mostró un mosaico de fotos del precandidato a senador del departamento General López, Juan José Goitea, quien días después de las PASO fue detenido acusado de dos asaltos a mano armada.
El rafaelino no se molestó en responder críticas y prefirió ensayar un discurso componedor y mostrarse como si ya hubiese sido elegido gobernador. En uno de los pocos dardos que utilizó Corral contra el peronista fue para defender al gobierno nacional:
Reconociendo que había problemas en el país, consideró que «si hubiese ganado Scioli, hoy la economía estaría manejada por Moreno, Samid y Milagro Sala. No queremos volver al pasado», repitió el radical en código macrista.
Otro de los contrapuntos interesantes se sucedió cuando los dos candidatos de la oposición le reprocharon al socialismo lo que consideraron un exceso gasto político. Corral prometió reducir a la mitad los cargos políticos mientras que Perotti aseguró que no era un buen mensaje para la sociedad.
Bonfatti no la dejó pasar y afirmó que junto con Córdoba, Santa Fe tiene el empleo público más bajo de la Argentina del 6 por ciento mientras que «la relación entre cargos políticos con funcionarios públicos es de uno en la provincia contra 25 en la ciudad de Santa Fe -que gobierna Corral- y 20 en Rafaela -bastión de Perotti».
