El gobierno ecuatoriano atribuyó el atentado al crimen organizado que golpea al país. La explosión, que generó estupor en los ciudadanos, afectó también a ocho viviendas y dos autos.
«Mercenarios del crimen organizado que narcotizaron la economía durante años, ahora atacan con explosivos. Es una declaración de guerra al Estado», expresó Carrillo (Ministro del Interior).