Este 6 de mayo comenzó en el Vaticano el cónclave 2025, la asamblea de cardenales encargada de elegir al nuevo papa tras el fallecimiento de Francisco. Un total de 133 cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina bajo un estricto secreto para votar al próximo líder de la Iglesia Católica.
Durante el proceso, los cardenales deben alcanzar una mayoría de dos tercios para que uno de ellos sea elegido. Tras cada votación, se queman las papeletas: el humo negro indica que no hubo consenso, mientras que el humo blanco es la esperada señal de que hay nuevo papa. Se prevén cuatro votaciones diarias, por lo que se estima que esta elección podría resolverse en pocos días.
El momento culminante será cuando el nuevo papa sea anunciado al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, con la tradicional fórmula “Habemus Papam”.

Curiosidades del cónclave
El cónclave más largo: En el siglo XIII, la elección del papa Gregorio X tomó casi tres años (1006 días) en Viterbo, Italia. La demora fue tal que los ciudadanos encerraron a los cardenales, dando origen al término cónclave (“bajo llave”).

El cónclave más corto: El papa Julio II fue elegido en 1503 en pocas horas, bajo las reglas que exigían al menos 10 días de espera tras la muerte del pontífice anterior. Más recientemente, Francisco fue elegido en la quinta votación en 2013, Benedicto XVI en la cuarta en 2005, y Pío XII en la tercera en 1939.
Una comida al día: Para presionar a los cardenales durante ese extenso cónclave, los habitantes de Viterbo les restringieron la comida. Luego, Gregorio X decretó que, si el proceso se alargaba más de tres días, los cardenales recibirían solo una comida diaria, y tras ocho días, solo pan, agua y vino. Esta norma ya no se aplica.
El mundo entero está atento a lo que sucede en Roma. En cuestión de días, la Iglesia Católica podría tener un nuevo líder espiritual, y con él, una nueva etapa para millones de creyentes.