Una palabra alcanza para describir lo que se vivió esta mañana en Sunchales: "EMOCIÓN"!
A pesar de la hora, a nadie le importó madrugar un domingo para ser testigo de la llegada del tren, que luego de dos décadas, volvería a parar en la ciudad! Cientos de personas, se congregaron en la Estación que lucía renovada y allí aguargaron el momento.
Mientras sonaba la música de la Banda Municipal, el sol comenzaba a salir y una luz lejana se veía al final de la vía. El momento se acercaba, la emoción crecía y de pronto la bocina potente de la formación corroboraba que el sueño era una realidad.
Lo que comenzó hace unos cuantos años, con cada uno de nosotros firmando para poder subir el tren en Sunchales, se traducía en cada lágrima -y fueron muchas-, en cada gesto, en cada aplauso y en ese grito ahogado de "Argentina, Argentina".
No se puede negar que los argentinos tenemos algo especial con tren, tal vez la nostalgia de haberlo perdido. Tal vez el ver desmoronarse esel hito que fue sinónimo de progreso y crecimiento. Por eso emociona verlo volver; por eso emociona que vuelva a parar aquí y ojalá en muchos lugares más; por eso emociona tenerlo como una opción para viajar; por eso emociona que los niños lo descubran y puedan disfrutar de eso que hasta ahora sólo conocían a través de las historias que le contamos.
Hoy, en medio de toda la gente que fue a celebrar y a darle la bienvenida, hubo una familia que se abría paso, con su valija, entre la multitud. Ellos viajaban a Rosario, ellos de verdad comenzaban a aprovechar lo que a partir de ahora todos tenemos disponible. Ojalá sepamos valorarlo. Ojalá sea un signo de esperanza en este querido País, tan vapuleado.