Las fiestas de fin de año son sinónimo de celebraciones, encuentros, fuegos artificiales (muchas veces), cambios en las rutinas y comidas fuera de lo habitual.
Para las mascotas, este período puede convertirse en un verdadero estrés, debido al aumento del ruido, las visitas o el acceso accidental a alimentos peligrosos, lo que resulta en un incremento en consultas y urgencias veterinarias.
Frente a este contexto se sugieren una serie de consejos para priorizar el bienestar de las mascotas:
- Cuando se quedan solos y empiezan a escuchar ruidos a los que no están acostumbrados, y que son agudos para el oído del perro y el gato (ejemplo: petardos o cañitas voladoras), los tutores pueden optar por poner algodones en sus oídos, para que tengan la audición más cubierta. Otra opción es poner música clásica, que generalmente los calma.
- Siempre dejar algunas luces prendidas y bajar persianas, para que no vean los destellos de luces que los asustan.
- Si la familia no está en el hogar, dejar a las mascotas en un espacio en el que estén contenidas, y no sueltas por toda la casa. Lo ideal es que puedan quedarse en un espacio al que estén acostumbradas.
- No atarlos jamás. Frente al miedo, los animales se paralizan o buscan escaparse, y el estar atados puede derivar en ahorcamiento o fuertes heridas.
- Evitar las intoxicaciones por ingesta de alimentos a los que no están acostumbrados (Ejemplo: chocolates, pan dulce, etcétera). Esto puede generar grandes problemas gastrointestinales.
- Identificarlos con un collar con chapita y número de teléfono, para poder identificarlos.









