Durante la madrugada del pasado sábado, los ladrones aprovecharon la ausencia de sus dueños. En algunas horas se llevaron todo lo que estaba al alcance de sus manos.
Rompieron los vidrios de las ventanas para posteriormente abrir las mismas y entrar a la vivienda. Así robaron herramientas de trabajo (un compresor y taladros), entre otras cosas.
Los delincuentes tuvieron tiempo para adueñarse de otros elementos de gran valor económico y también de una pequeña estatua de mucho aprecio sentimental.