Hoy se celebra en nuestro país el día del boxeador, en honor a “La Pelea del Siglo” que tuvieron Luis Angel Firpo y Jack Dempsey en el Polo Grounds de Nueva York de Estados Unidos por el título mundial de los pesos pesados de la NYSAC, el 14 de septiembre de 1923. Para saber más sobre ese histórico combate, dialogamos con Sergio Ferrer, periodista especializado en boxeo.

El especialista marcó primero el contexto en el que llegaron cada uno de los pugilistas a ese combate hace 97 años: “Dempsey era el campeón mundial más famoso de la época, lejos, tenía un éxito de taquilla impresionante. Se hizo muy famoso en la Pelea de la Centuria contra Carpenter. Él tuvo una vida controvertida y de mucha exposición mediática”.

Por su parte, “Firpo peleaba principalmente en Chile, porque en la Argentina costaba organizar. Luego de ganar varios combates en Sudamérica, se contactó con un manager norteamericano y fue a EEUU. Ahí tuvo una seguidilla de die victorias, entre ellas a Guiliar, peleador de dos metros de altura, el campeón pesado más alto de la historia”, destacó quien además es juez de boxeo.

“Firpo logró obtener esa pelea porque el equipo de Dempsey no lo consideraba una amenaza, y porque se iba a vender como la oportunidad que le daban a un sudamericano de acceder a la chance mundialista”, dijo Ferrer. En esa pelea se recaudó 1.188.603 dólares, tuvo mil periodistas acreditados y noventa mil espectadores.

Previo a la pelea, “El toro salvaje de las pampas” cometió un gran error y continuó realizando combates: “en uno de esos combates -algunos dicen que fue en un entrenamiento- se fracturó el brazo izquierdo, pero el no se lo dijo a nadie para que no le cancelaran la pelea”, indicó el periodista.

“Como Firpo no se podía defender, Dempsey lo tiró siete veces en el primer round. Sin embargo, en una de sus atropelladas, sobre el final del primer round lo sacó del cuadrilátero. Dempsey tardó 17 segundos en volver al ring, y la cuenta se terminaba a los 10. Fue ayudado por los periodistas a los que se les cayó arriba. Uno le clavó la lapicera en la nalga para que sienta el dolor y reaccione. Y eso no estaba permitido”, detalló Ferrer sobre el mítico combate.

Ya sin fuerzas, en el comienzo del segundo round, Dempsey vuelve a tirar a Firpo y la pelea culminó con victoria para el norteamericano. Sin embargo, fue una clara victoria del argentino, que por su valentía se convirtió en el primer ídolo del deporte nacional.

“Johnny Gallagher, el árbitro, tuvo ese hecho en la conciencia por el resto de su vida. Cuando se suicidó, muchas versiones dicen que lo hizo porque nunca superó el error de esa noche”, concluyó Sergio Ferrer.