Lo que se vivió ayer en el «Maracaná» de Río de Janeiro fue una suerte de Dejavú. El 20 de agosto de 2008, «Fideo» le daba al fútbol nacional la segunda medalla de oro de su historia.
Larga corrida desde la mitad de la cancha y toque con categoría por encima del arquero nigeriano para que el seleccionado de Batista se imponga 1-0 en la Final de los JJOO de Pekín.
Este sábado 10 de junio, Angel volvió a correr a toda velocidad unos 50 metros hasta quedar cara a cara con Ederson Moraes. Otro toque lleno de magia por sobre el portero y a festejar.
Pasaron 13 años entre un gol y el otro. El autor es el mismo y el desenlace de la historia es idéntico. Argentina obtuvo su 15ta Copa América y alcanzó a Uruguay (hasta ayer el más ganador).