Triste comienzo de esta jornada de lunes. En Arrecife, ciudad que lo adoptó como hijo pródigo, se produjo el fallecimiento, a los 86 años, de Carlos Alberto Pairetti.

Integrante de una verdadera «época dorada» IL MATTO como cariñosamente prefería que lo llamen, había nacido en la localidad santafesina de Clucellas. Fue un piloto carismático, temperamental y de dúctil manejo.

Compitió en varias categorías del automovilismo argentino, destacándose en el año 1968 al adjudicarse el campeonato de Turismo de Carretera con el «Trueno Naranja». Tuvo el privilegio de ser el único piloto que corrió en 1971 en la edición de las «300 Millas» de la Indy Car en el autódromo de Rafaela.

Con nuestra ciudad uvo un vínculo muy particular. A mediados de la década del ’60 se relacionó con las autoridades del AMCS para conducir el auto de «Mecánica Argentina Formula 1», que en principio le pertenecía a Vicente Cipolatti.

Fue el 25 de agosto de 1968 cuando «Carlitos» logró triunfar en las 500 millas de Rafaela recorriendo 172 vueltas con un tiempo de 3 horas y 42 minutos, a un promedio de 217.326 kilómetros por hora.

Aquella gesta deportiva permitió sostener un vínculo afectivo, indestructible entre la dirigencia de la entidad sunchalense y todo el ambiente tuerca de Sunchales, con quienes periódicamente sostenía largas y entretenidas charlas.

Fue hasta los últimos tiempos, cuando comenzó a preocupar el estado de salud, que desgraciadamente desencadenó en su deceso. Conocida la triste noticia, el AMCS expresa el dolor ante la irreparable pérdida, haciendo llegar a su familia las condolencias y el respetuoso acompañamiento.

Fuente: Prensa AMCS.