Nano Vaschetto vivió una jornada para el infarto, en la que se vivieron situaciones que nunca se habían visto en adiciones anteriores. Hubo dos expulsados y quedaron nominados de peso.
Gran Hermano tuvo una jornada para el infarto para los fanáticos. En primero lugar, el Big echó a Keila. La joven venía amagando con irse, contando que no estaba bien, lo dio a entender en más de una oportunidad y, ante esto, desde la producción decidieron por ella. Entre lágrimas, se fue por la puerta giratoria.
Con toda esa tensión, Nano Vaschetto, el líder de la semana, tuvo que subir a alguien a placa, y no lo dudó: llevó a Petrona. Según explicó, quiere que mida fuerzas con Sandra, su principal enemiga dentro de la casa más famosa.
Por otro lado, tuvo que sacar a uno de los que ya estaban nominados. Fue descartando nombres hasta que finalmente salvó a Juan Pablo. De esta manera, la placa de nominados quedó conformada con: Luca, Andrea, Petrona, Sandra, Lourdes.
Pero la noche no terminó ahí, ya que el otro beneficio fue eliminar a un compañero. Santiago del Moro le aclaró que si no lo hacía, el que debía irse era él, por eso quedó contra la espada y la pared.
Lo llamaron al confesionario, le explicaron de qué se trataba, que podía elegir a cualquiera, incluso a los que ya nominados. Sabiendo las reglas, dijo: "Quiero aclarar que valoro su historia, lo que lo trajo acá. Lo veo como un rival fuerte en la casa…lo consideraba como un ombú, imposible de derivar", argumentó y finalmente dio el nombre: Brian.
