La ballena Sei (Balaenoptera borealis), el tercer animal más grande del planeta y en peligro crítico de extinción, regresó masivamente al Golfo San Jorge. Investigadores del CONICET, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el Centro Nacional Patagónico registraron más de 2.500 ejemplares, un hecho sin precedentes desde 1929.
El hallazgo se difundió a través del documental SEI, la ballena desconocida, realizado por Jumara Films con la colaboración de National Geographic Pristine Seas. La pieza se presentó ante más de 1.000 espectadores en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, y recientemente frente a 450 personas en el Centro Cultural de la Ciencia, en Buenos Aires.
El regreso de la especie, que había sido diezmada por la caza intensiva durante el siglo XX, se detectó primero a través de índices indirectos y luego mediante relevamientos con drones, cubriendo desde Pico Salamanca hasta el sur de Caleta Olivia. Los análisis genéticos confirmaron la especie y permitieron estimar frecuencias de avistaje históricas en la región.
La ballena Sei puede alcanzar los 18 metros de longitud y pesar más de 20 toneladas. Se alimenta principalmente de krill, crustáceos y peces, y su esperanza de vida oscila entre 50 y 70 años. Durante décadas fue cazada por su grasa, utilizada como combustible e iluminación, provocando que cerca de 300.000 ejemplares fueran eliminados solo en el hemisferio sur.
Este fenómeno de avistaje ha impulsado medidas concretas de conservación: la especie fue declarada Monumento Natural en Chubut, se implementó un plan de manejo para avistaje responsable y se expandió el Área Protegida Punta Marqués. Además, el proyecto educativo vincula escuelas, universidades y comunidades costeras, reforzando la conciencia sobre la protección de la biodiversidad marina.










