José D. Cornejo es una pieza clave en este rompecabezas de mil piezas, por motivos obvios, el sunchalense herido días atrás en un hecho sucedido en la Comisaría Nro 3 y que tiene por resultado a 8 policías con prisión preventiva sin plazos y a él mismo volviendo del borde la muerte, aún no ha declarado.
Sus palabras serán una de las llaves para comenzar a echar luz sobre una causa que cuenta, según los fiscales y según los abogados defensores, dos historias diametralmente diferentes.
Por un lado la teoría de la autoflagelación (sustentada por la defensa y tomando como antecedente dos intentos de suicidio posteriores al hecho por parte del detenido en cuestión), y por el otro la que hasta el momento sostienen las fiscales Lema y Korakis: la de la tortura por parte de los efectivos policiales. Versión esta última que seguramente está más alineada con el considerar de la jueza Fortunato quien dejó en prisión preventiva sin plazos a los 8 policías detenidos.
Cornejo, según fuentes consultadas por este medio sería trasladado de terapia intensiva a una habitación común del hospital rafaelino Jaime Ferré. Ese cambio de habitación estaría concretándose en el mismo momento en que se defina el personal que lo custodiará, que según se presume podría ser personal de Gendarmería Nacional o de la Policía Federal, evitando que sea personal de la misma fuerza que hoy por hoy se encuentra en tela de juicio, la Policía Provincial.
Por su parte la defensa ha pedido y exigido que Cornejo no tenga ningún tipo de contacto con los otros dos testigos de la causa: su hermano Juan Flamenco y quien también estuviera detenida la madrugada de los hechos, Anahí Planiscig. O cualquier otra persona que pudiera influir en sus declaraciones.
Por lo pronto los abogados uno a uno fueron recibiendo las más de cuarenta páginas que dan forma al dictamen de la jueza, tendrán luego 72hs para apelar dicha decisión.