Ayer se llevó a cabo una instancia extraordinaria del Examen Único de Residencias Médicas, luego de que el Ministerio de Salud detectara irregularidades en la prueba realizada el 1° de julio. La evaluación se desarrolló en el Palacio Libertad y convocó a 141 médicos, en su mayoría graduados en el extranjero, de los cuales finalmente se presentaron 117: 109 eran extranjeros y solo 8 argentinos.
El operativo se dispuso tras un dictamen que identificó más de 268 casos sospechosos. Para garantizar transparencia, se elaboró un nuevo cuestionario de 100 preguntas inéditas y se prohibió el ingreso de celulares, relojes inteligentes, calculadoras y dispositivos electrónicos, incluidos lentes con cámara.
Entre los que rindieron estuvo el médico ecuatoriano denunciado penalmente por intentar copiarse con anteojos digitales. Según explicó el secretario de Gestión Sanitaria, Alejandro Vilches, no podía ser excluido sin una orden judicial, aunque participó sin el dispositivo en cuestión.

La medida alcanzó al 83 % de los convocados; quienes no asistieron perderán la posibilidad de acceder a una plaza de residencia este año. La investigación también reveló presuntos mecanismos de coordinación de respuestas a través de Telegram y WhatsApp, así como el uso de auriculares y apoyo externo.
El ministro de Salud, Mario Lugones, sostuvo que “defender el mérito es garantizar calidad, compromiso y responsabilidad en la atención sanitaria” y ratificó que la revisión de resultados fue “una obligación para preservar la equidad en el acceso a las residencias”.