El neerlandés acabó con todas las esperanzas de Norris, al redondear un triunfo épico que lo pone cerca del tetracampeonato. Lo merece largamente.
¿El dato? Tras una mala qualy, además fue sancionado, y largó en el 17mo lugar.
Navegó sobre un trazado húmedo y mostró su talento para no cometer errores en una prueba que, lógicamente, tuvo una suma incontable de trompos y despistes.
Desgraciadamente, a Franco le costó muchísimo llevar el Williams debajo del agua.
Se pegó en la Q1 y casi queda afuera de la carrera. Eso mismo le pasó a su compañero, Alex Albon. Destrozó su coche cuando pintaba para largar adelante. El bonaerense fue de más a menos.
Buen arranque para quedar duodécimo, pero posteriormente, con serios problemas para ser veloz. Luego del segundo recambio de cubiertas, entrando a la recta se pegó contra el muro.
Fue en la vuelta 33, justamente cuando más llovía. Allí la FIA sacó la bandera roja.
Primera deserción de nuestro representante en seis fechas. Mientras tanto, Ocon y Gasly llevaron a Alpine a un podio histórico, por detrás de Max.
¿Y Norris? Largó desde la pole y en la curva 1 fue superado por Russell. Fue perdiendo la paciencia y tras algunos dibujos raros debió conformarse con la sexta posición.
Verstappen hizo todo bien y demostró porque desde hace tres temporadas es el mejor del mundo. Ahora va por una nueva corona. Temperamento, talento y madurez son las claves.