Santiago Algorta, luego de su controvertida decisión de sacar a cuatro mujeres de la posibilidad de votar, volvió a ser mirado de reojo por la movida que realzó para cambiar la placa.

El miércoles 4 quedó definida la placa de Gran Hermano con cuatro participantes. Los chicos ingresaron al confesionario, fueron votando, muchos de ellos por afinidad y no tanto por juego, hasta que finalmente quedó conformada la lista, que no fue la definitiva.

Hay que retroceder al martes 3, a la prueba del líder que fue ganada por Santiago Algorta, que más allá de obtener inmunidad, fue beneficiado con el poder de salvar a uno de los que quedó nominado y luego agregar a otro para que queden cuatro.

Vale remarcar que Santiago fue mirado de reojo por haberle sacado la posibilidad de nominar a cuatro mujeres (Petrona, Sandra, Jenifer y Delfina). Fue su derecho, pero el foco fue que no metió a ningún hombre.

Con ese peso, Santiago del Moro le pidió que, en primer lugar, suba a alguien. Nombró a Claudio, y argumentó: “Esta persona, si bien es auténtica, creo que no entendió dónde estamos. Esto no es un club de amigos, sino que vinimos a dar show”.

Luego se generó un cortocircuito que hasta desconcertó a del Moro. Sucede que el uruguayo habló de un ‘error’ en el casting. Que no tendría que haber ingresado. “Jamás escuché algo así en la historia de Gran Hermano”, soltó el conductor.

En cuanto a la otra decisión, la de bajar a alguien, tampoco lo dudó. “La decisión que tomo es bajar de placa a Luciana”, soltó Santiago, y Lu se emocionó apenas lo escuchó. De esta maneta, la placa final quedó con: Delfina, Carlos, Ulises y Claudio.