La conmoción por el triple femicidio en Florencio Varela crece con cada dato que surge de la investigación. Tres jóvenes mujeres fueron torturadas y asesinadas con extrema violencia, mientras la escena se transmitía en directo a través de redes sociales. Para los investigadores, se trató de un acto mafioso con un mensaje dirigido a quienes desafían a la organización detrás del hecho.
Los cuerpos de Brenda del Castillo (20 años), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) fueron hallados en una vivienda de Florencio Varela con signos de tortura y violencia brutal. La agresión fue emitida en vivo mediante Instagram para un grupo restringido de aproximadamente 45 personas, lo que refuerza el carácter planificado del crimen.
Según las primeras pericias forenses, las jóvenes habrían sido asesinadas entre las 3:00 y las 5:00 de la madrugada del sábado 20 de septiembre, luego de haber sido vistas por última vez subiendo a una camioneta blanca en La Tablada. Los informes revelaron amputaciones, quemaduras, fracturas y cortes profundos, además de lesiones post mórtem que consolidan la hipótesis de un asesinato con simbología mafiosa y un ensañamiento que expresa violencia de género.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, aseguró que uno de los detenidos confesó que el líder de la banda criminal ordenó transmitir la tortura con la frase: “Esto le pasa al que me roba droga”. El acto, según las autoridades, habría servido como mensaje de disciplinamiento tanto para las víctimas como para miembros de la misma organización.
Hasta ahora, fueron detenidas cuatro personas: el peruano Miguel Ángel Villanueva Silva (27 años) y los argentinos Iara Daniela Ibarra (19), Andrés Maximiliano Parra (18) y Magalí Celeste González Guerrero (28), acusados de homicidio agravado. Pero la investigación apunta más allá: las fuerzas de seguridad buscan al autor intelectual, un joven peruano de unos 23 años que estaría consolidándose como líder de la organización criminal.
Allanamientos recientes en la Villa Zavaleta, en el barrio porteño de Barracas, permitieron hallar rollos de dinero envueltos y señales de que al menos 60 personas habrían vivido en ese lugar, el cual fue desalojado apresuradamente antes de las intervenciones oficiales. Las autoridades sostienen que el arma, el móvil, la mecánica del crimen y su difusión coinciden con patrones mafiosos vinculados al narcotráfico.