Los hechos se reiteran: la bronca va en aumento. Lo que cuesta el esfuerzo de meses de trabajo se escapa en cuestión de segundos. Primero, la impotencia. Después, la resignación.
Los ladrones ingresaron al patio de una casa de calle cortada Rotania y se llevaron un rodado. Otro, a decir verdad. Un nuevo robo que engrosa un largo registro en pocas semanas.
Como ya se ha mencionado antes, no alcanzan las medidas de prevención. Ni candados, ni rejas. Ni siquiera las cámaras de seguridad que funcionan en comercios o en el Centro de Monitoreo.
El flagelo crece, tanto como la bronca y la preocupación de una sociedad que espera respuestas, y de manera inmediata. Por ahora no las hay. Se asentó la denuncia en la Comisaría Tercera.