Partidazo fue el que jugaron Suiza y Serbia por el Grupo "E" de Rusia 2018. Los serbios ganaban 1 a 0, pero los suizos se llevaron la victoria con goles de Xhaka y Shaqiri. Lo llamativo estuvo en los festejos. Aquí te contamos los motivos.
La remontada suiza ante Serbia, no podía llegar de otra manera que con dos goles de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, dos jugadores con raíces kosovares, enemigos naturales de los serbios.
¡Así lo quisieron reivindicar con sus celebraciones! Los dos futbolistas formaron con sus dos manos un águila bicéfala (símbolo que aparece en la bandera albanesa). Aquello fue una provocación.
Para entender la historia hay que retroceder en el tiempo y concretamente a los años 80, cuando el padre de Xhaka, de origen albano-kosovar, fue detenido por protestar contra Yugoslavia.
La nación era dirigida por Slobodan Milosevic, en un clima social enrarecido en la antigua república socialista soviética. La etnia serbia era la privilegiada, y las reivindicaciones de kosovares, croatas o bosnios, eran sofocadas con dureza.
Los Xhaka se mudaron a Suiza, ante la inmediatez de la "Guerra de los Balcanes". Allí crecieron sus dos pequeños (Granit y Taulant), futuros futbolistas. El primero quiso jugar en la selección helvética, mientras que el segundo lo hizo para Albania, país de procedencia de la etnia kosovar.
Lo mismo acontece con Shaqiri y con Behrami. El partido, para los tres jugadores de origen albano-kosovar, se presentaba con un condimento extra al enfrentarse a la nación heredera de aquella que atacó a su pueblo. De esta manera, los autores de los dos goles aprovecharon su gran momento en el Mundial para reivindicarse ante "el enemigo".
Hace tan sólo unos años, un dron con una bandera de la "Gran Albania", nación que incorpora tanto territorios albaneses como kosovares y serbios, irrumpió en un duelo entre Serbia y Albania.
La situación generó una batalla campal entre jugadores de ambos equipos e incluso simpatizantes. La celebración de Xhaka posiblemente pasaría desapercibida para los serbios en el momento, pero la polémica está servida.
Fuente: El Desmarque.