La conducción económica recibió con cierto alivio el dato del índice de precios al consumidor del Indec del mes de mayo. El nuevo dato supone la segunda desaceleración mensual seguida luego de los aumentos extremos de los dos meses anteriores.
En marzo había sido del 6,7 por ciento y en abril del 6,1 por ciento.
La perspectiva del entorno más cercano al Ministro de Economía es que la inflación mensual vaya descendiendo paulatinamente. De hecho, se espera una memera en junio, pese a las subas en las tarifas de electricidad y gas.
La lectura negativa es que la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año supera el 29 por ciento, la más alta desde el año 1991.