El pasado sábado 9 de noviembre, el circuito "Juan B. Basso" de la localidad de Vila fue testigo de una noche memorable. Los fanáticos colmaron las tribunas para presenciar la Carrera con Invitados de la categoría Midgets del Litoral, una fecha especial del campeonato 2024/2025 que prometía emociones y velocidad desde temprano. Del evento participó el equipo formado por José “Beppy” Collino y el legendario Patricio “Pato” Di Palma, quienes unieron fuerzas en una dupla histórica que elevó la espectacularidad de la noche.

Por: Prensa Collino.

Los días previos a la carrera no estuvieron exentos de contratiempos. "Estuvimos trabajando intensamente durante toda la semana en el auto. Lo cierto es que el midget había estado un año parado y al encarar el evento nos encontramos con el motor destruido", relató Collino. Ante la emergencia, el equipo de Beppy salió en busca de una nueva planta impulsora que no conocían del todo bien.

Las pruebas del viernes resultaron satisfactorias. No obstante, el equipo se enfrentó a un fallo en el módulo de limitador de vueltas que provocó una merma importante en los tiempos generales de la dupla. Fue una noche larga y algo tensa. Finalmente se lograron resolver los inconvenientes, pero con una sensación de duda sobre la puesta a punto final del vehículo.

El sábado comenzó con mucho optimismo y Patricio Di Palma, ya en las pruebas, se mostró cada vez más cómodo al volante del midget. Recordemos que estamos hablando de un tipo de vehículo y de un estilo de manejo que es la antítesis de lo que ejecutó Pato durante toda su carrera deportiva.

Sin embargo, dicen que el deportista siempre aprende rápido… y esta no fue la excepción.

Cada salida a pista del Pato fue un espectáculo digno de admirar, por la mejora en su rendimiento. Se notaba que estaba aprendiendo profundamente el oficio del derrape. "Pato decidió que trabajemos en el balanceo del auto para tener menos tracción y más dirección en el tren delantero, que así se sentiría más cómodo", contó Beppy, que argumentó haber estado predispuesto al cien por cien en complacer los requerimientos de su invitado con el estilo propio de su manejo.

Durante la serie clasificatoria, Di Palma experimentó una pasada difícil y no logró superar a su antecesor, aunque el auto mantuvo un ritmo constante.

En ambos casos, las condiciones de puestos los depositaron en las finales “B”, con la esperanza latente de una remontada.

Pato, en su turno, sorprendió al público con una largada espectacular, lanzándose con total entrega a buscar el hueco en las primeras posiciones. "Fue emocionante ver al Pato entregado completamente a la competencia, hizo unas primeras vueltas espectaculares" –relató Collino. Sin embargo, el fallo de encendido volvió a presentarse, relegando al piloto en primera instancia y obligándolo a abandonar la carrera luego.

Un desenlace amargo que dejó al legendario piloto arrecifeño con ansias de revancha.

En su turno, Beppy no tuvo una buena largada, que él mismo atribuye a la falta de actividad competitiva. Él mismo, quien supo ser de los mejores largadores de la disciplina.

Pero se apellida Collino y sus 27 años de experiencia lo pusieron rápidamente en la lucha por el primer puesto. Aquí la noche se vistió de espectáculo en una pelea encarnizada con el sanguillermino, Ezequiel Gilli, por la punta del pelotón. Separados del resto y durante los 16 giros, ambos dejaron todo en la pista. Beppy se lanzó una y otra vez, eligiendo creativamente cada radio para ejecutar sus maniobras. Estilo y elegancia a los ojos de los avezados en el deporte motor. Su lucha en aquella final es muestra de su carácter tenaz, de no entregarse nunca.

No le alcanzó, Gilli cerró cada espacio.

Un segundo lugar para Beppy que lo depositó, sobre todas las cosas, en el podio de la satisfacción personal.

Más allá del resultado deportivo, algo se activó en la mente del piloto sunchalense. Los circuitos lo esperan. Cabe la posibilidad de la competencia regular, del retorno a las pistas… De que éste, haya sido un nuevo comienzo para el artesano Collino.

José el Beppy Collino, que aquel 9 de noviembre de 2024, tuvo a su lado a una leyenda viva de la historia del automovilismo argentino inyectándole aún más sed de victoria.