El tribunal oral analiza ahora enviar a remate sus bienes; antes debe resolver planteos de la expresidenta, que además apeló la decisión.
Ni la expresidenta Cristina Kirchner ni ninguno de los otros ocho condenados por el fraude de Vialidad Nacional depositó un peso de los 530 millones de dólares que la justicia les reclama como producto del delito cometido. La Justicia intenta recuperar el dinero de la corrupción para reparar el daño causado al Estado.
Tras la intimación desoída, los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2 Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso deben disponer el decomiso y el remate de los bienes embargados para cobrarse la suma que le reclaman a los condenados.
La ley dice que, con el decomiso de los bienes de los condenados, lo que se busca es secuestrar “las cosas o ganancias que son el producto o el provecho del delito” y que este debe quedar en favor del Estado nacional, de las provincias o de los municipios.
Pero antes de decidir esto, los jueces deben resolver un nuevo planteo que el martes realizó Cristina Kirchner. La expresidenta pidió suspender el decomiso, que el tribunal se declare incompetente y que le den intervención a sus hijos Florencia y Máximo Kirchner para evitar que se rematen sus bienes, recibidos en 2016 como adelanto de herencia.
El 15 de julio pasado, el tribunal resolvió abrir una cuenta e intimar a todos los condenados al pago de 684.990.350.139 de pesos, “bajo expreso apercibimiento de ejecución de los bienes que sirvan a esos fines”. Llegó ese momento, pero por ahora nadie pagó.
El fallo del TOF 2 estableció que también se deben decomisar los bienes del empresario Lázaro Báez, del exsecretario de Obras Públicas, José López (condenado a seis años de prisión); los extitulares de la Dirección Nacional de Vialidad, Nelson Periotti (seis años), Mauricio Collareda (cuatro años) y Raúl Daruich (tres años y seis meses); y los extitulares de la Administración General de Vialidad de Santa Cruz, Juan Carlos Villafañe (cinco años), Raúl Pavesi (cuatro años y seis meses) y José Santibáñez (cuatro años).