El Gobernador de Santa Fe y el Intendente de Rosario palparon anoche cara a cara la bronca e indignación de los vecinos que se congregaron en el Monumento de la Bandera para reclamar mayor seguridad.
En un clima de mucha tensión y a una semana del crimen del joven Joaquín Pérez, ambos mandatarios se acercaron al lugar y fueron increpados e interpelados por los familiares más cercanos de las víctimas de la inseguridad.
A pesar de que se vivieron algunos momentos muy tensos, el hermano del arquitecto asesinado por motochorros, a quien le robaron el auto, valoró la presencia de los funcionarios en la marcha. "Que vengan a dar la cara es un buen gesto", señaló Leandro, visiblemente compungido.

El Monumento se transformó en el escenario de un masivo reclamo por más seguridad. Antes de la hora 20:00 ya habían llegado los familiares Joaquín y muchas más personas que no lo conocían, pero que manifestaron estar "hartos" de la inseguridad.
Banderas argentinas, carteles de pedido de Justicia por "Bocacha" Orellano, por Rocío Romano, y tantas otras personas víctimas de la inseguridad que se hicieron presentes. Algunos eran pasacalles y otros simples cartones con letras manuscritas.
El nivel de enojo y de indignación e impotencia fue creciendo a medida que pasaron los minutos. Los aplausos acompañaron los diversos cantos que fueron desde pedidos de justicia hasta el famoso grito de que "se vayan todos".
Fuente: Diario La Capital de Rosario.