La casa madre del fútbol le dio la espalda al uso del brazalete LGTBQ y el seleccionado alemán no se quedó de brazos cruzados.
Los jugadores mostraron todo su repudio tapándose la boca en la foto previa al cotejo; mientras el arquero Manuel Neuer lució una cinta con la leyenda NO A LA DISCRIMINACIÓN.
"Prohibirnos la venda es como prohibirnos la boca. Nuestra postura se mantiene", apuntaron a la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
Y sostuvieron: «Con nuestro brazalete de capitán queríamos dar el ejemplo de valores que vivimos en el seleccionado, que son la diversidad y el respeto mutuo».
"No se trata de un mensaje político: los derechos humanos no son negociables", se despacharon mientras se producía el debut mundialista.