La provincia de Santa Fe tiene ya 2.532 registros positivos y tres muertes por esta enfermedad. Advierten que el riesgo se mantendrá al menos por uno o dos meses. Más allá de las acciones oficiales, apelan a la colaboración de la población para eliminar criaderos de mosquitos.
Entre la última semana y este jueves, Santa Fe tuvo un salto de 800 casos confirmados de dengue, por lo que totalizó 2.532 registros. No significa que esa cantidad de gente se infectó con la enfermedad que transmite el mosquito aedes aegypti en siete días, sino que se confirmaron nuevos casos y se depuraron los registros de aquellos que están distribuidos en todo el territorio. Como en relevamientos anteriores, hay mayor incidencia en los departamentos General Obligado (con Reconquista y Avellaneda a la cabeza), Castellanos (Rafaela, sobre todo) y Rosario, donde el epicentro es la ciudad del mismo nombre. Sin embargo, localidades que no tenían casos registrados, figuran ahora en la planilla actualizada, aunque sea con uno o dos.
La directora de Epidemiología de la provincia Carolina Cudós ofreció este viernes un panorama de la situación y advirtió que la realidad de Santa Fe se inserta en el contexto del país y la región. “A nivel nacional ya estamos en una cifra récord con más de 14 mil casos confirmados y sabemos que van a ser más”. La explicación es simple: faltan uno o dos meses con temperaturas cálidas o agradables que favorecen la reproducción del mosquito, por lo que “ya estamos superando lo que fue 2016 que fue récord” en cantidad de casos de dengue.
Las razones
La funcionaria destacó que desde antes del comienzo del verano se trabaja en tareas de descacharrado, prevención y educación ambiental y, en enero, cuando se registraron los primeros casos que eran importados, se abordó fuertemente esa tarea en Santa Fe. Sin embargo, el contexto regional no colabora y así como el país atraviesa un fuerte brote de dengue (con Misiones y Formosa entre las provincias más afectadas), la enfermedad está muy presente fuera de sus límites, no solo en Brasil sino también en Perú y Paraguay.
“Ahora estamos muy preocupados por coronavirus, que es una enfermedad nueva con otra forma de transmisión, pero dengue es una realidad y cuanto más casos tengamos hay más posibilidades de que más gente fallezca. Es lo que pasó este año: nunca antes habíamos tenido muertes por dengue y ahora tenemos que lamentar el fallecimiento de tres personas”, advirtió.

Consultada sobre los principales focos de propagación en el norte y el oeste de la provincia, Cudós explicó que “son regiones en las que tenemos mucha cantidad de mosquitos: hay ciudades como Rafaela, que nunca había tenido un brote, y cuando eso ocurre cuesta más saber qué medidas se deben tomar. En otros lugares como Reconquista, que ya tuvieron brotes anteriormente, hay mucha cantidad de mosquitos”.
Luego, señaló que los sistemas de bloqueo dependen de cada municipalidad y comuna, con el apoyo y la planificación del Ministerio de Salud que muchas veces acompaña. En ese sentido, anticipó que la próxima semana habrá apoyo de Nación para Reconquista y Rafaela. “Pero la responsabilidad primera es de municipios que muchas veces se apoyan en voluntarios, bomberos, y el Samco que acompaña en la búsqueda de pacientes febriles: con la pandemia por coronavirus (y el aislamiento social obligatorio) ocurrió que mucha gente que trabaja en dengue no pudo salir por estar en grupo de riesgo, tener más de 60 años o por otras razones. Sin embargo, Cudós reconoció que “puede ser una razón pero no la única: la principal es que tenemos muchos mosquitos en todo el territorio provincial, y muchos viajeros a los lugares que ya tenían dengue”, lo que provocó una gran dispersión de la enfermedad.
Por último, advirtió que en general el pico de dengue se da para esta época del año y aún restan varias semanas de calor. Por eso, pidió a la población que todos los días se tome unos minutos para limpiar su vivienda de los posibles lugares de reproducción de mosquitos.
Fuente: El Litoral