En la madrugada del 25 de enero de 1997, el fotógrafo de la Revista Noticias, que cubría la temporada de verano en Pinamar, fue asesinado al abandonar un concurrido festejo de cumpleaños de un empresario.
La prensa siempre estaba invitada a dicha celebración y, secuestro mediante, dos disparos en su cabeza terminaron con la vida del trabajador de prensa.
José Luis tenía 35 años, era padre de Agustina, Juan y Candela, una beba de 5 meses. Gracioso, risueño, hacía chistes todo el tiempo y a veces se molestaba cuando lo cargaban a él.
Quienes lo conocieron coinciden en que tenía un carisma especial, tanto así que profesionalmente logró fotos impensadas, inclusive con modelos de renombre de Argentina.
Una foto fue el detonante. La había tomado un año atrás y con ella reveló la hasta entonces desconocida cara de un empresario muy vinculado a los negocios del gobierno menemista: Alfredo Yabrán.
Desde ese momento, una serie de llamados y hasta atentados menores en el vehículo en el cual Cabezas se desplazaba, fueron amenazas que José Luis no vio.
Hoy, en un nuevo acto homenaje, su hermana Gladys declaró: "Hace unos días me cruce con su asesino", haciendo referencia a Gustavo Prellezo.
Posteriormente, mencionó: "Estos delincuentes asesinos caminan al lado nuestro todos los días". El por entonces Comisario de la Policía Federal fue condenado a reclusión perpetua, pero en diciembre de 2016 la Justicia le concedió libertad condicional alegando que estudió y que concurre a la Iglesia Adventista.