El propietario se ausentó un par de días, y al regresar notó que le habían roto los enganches de un candado para robarle muchas de las herramientas de uso diario.
La víctima narró lo sucedido en su propia herrería (calle Bolívar al 500). ¿El botín? Dos amoladoras, dos taladros, prolongaciones de hasta 50 metros, una soldadora, una cortadora plasma y un juego de tubos, entre otras cosas. Se radicó la denuncia en la Comisaría Tercera.
Fuente: Móvil Quique.