En dos accidentes ocurridos este año hubo un total de 7 personas fallecidas. Los vecinos denunciaron la falta de señalización y reclamaron la reanudación de la obra de transformación de la traza urbana de la RN 34.

Un numeroso grupo de vecinos de Sunchales cortó en la tarde de ayer, por espacio de algunos minutos, la ruta nacional 34 a la altura de calle San Juan, en el km. 258, donde este año hubo dos luctuosos accidentes que costaron la vida a un total de 7 personas. La zona está mal señalizada debido a que ese tramo está incluido en el sector de obras de transformación de la traza urbana de la RN 34 en Sunchales, que está paralizada desde hace más de un año. Pese a las promesas de las autoridades de Vialidad Nacional y del ministro de Transportes de la Nación, Guillermo Dietrich, la reanudación de esos trabajos, prevista en principio para este mes, todavía no se produjo.

Bajo la consigna «Sunchales dice basta – ¡Ni una víctima más!» la concentración se inició puntualmente, poco después de las 17.30, y convocó a una numerosa cantidad de manifestantes que en forma pacífica, y con un cartel que decía «Basta de muertes en la ruta 34 – Vecinos autoconvocados de Sunchales», subieron a la calzada para hacer sentir su descontento. Varios vecinos portaban también pancartas con fotos de las personas que resultaron víctimas de estos trágicos accidentes, todos vecinos de Sunchales o de localidades muy cercanas, como Ataliva.

La tragedia más grande se registró el 2 de junio, cuando los seis ocupantes de una camioneta que regresaban de un festejo familiar en Ataliva perdieron la vida al colisionar de frente contra un camión, en ese fatídico cruce. Una de las víctimas era una niña oriunda de Rafaela, que viajaba con sus abuelos. El otro accidente fatal se registró el domingo 13 de este mes, cuando un VW Gol Trend chocó contra un camión. Murió un sunchalense que regresaba junto a su pareja de un casamiento en la localidad de Humberto Primo. El accidente se produjo prácticamente en el mismo lugar, y también la otra parte fue un camión. En los dos casos, las condiciones climáticas se sumaron al pésimo estado de la ruta en la zona, caracterizada por falta de iluminación; señales horizontales invisibles, tachos de 200 litros que hacen las veces de obstáculos para señalizar una zona de obras paralizada, y un desorden general que no ayuda a orientarse a los conductores, aún cuando éstos son de la zona.

Pero además la comunidad sunchalense también fue golpeada por la tragedia en enero de 2018, cuando otras cuatro personas, pertenecientes a dos grupos familiares residentes en Sunchales, perdieron la vida como consecuencia de un choque frontal ocurrido en el km. 255, a escasos tres kilómetros de donde ocurrieron las dos tragedias.

Los sunchalenses reclaman que Vialidad reanude las obras interrumpidas en la traza urbana, que implican la duplicación de la calzada y la separación de los carriles con barreras de hormigón, además de nueva iluminación y una señalización acorde a las necesidades. Por ahora, pese a las intensas gestiones, no han logrado que se retomen los trabajos, que originalmente estaban a cargo de Carreteras Centrales Argentinas, la concesionaria vial que tiene también a cargo la construcción de la autopista entre Angélica y Rafaela.

Como se sabe, la gestión Cambiemos decidió paralizar las obras argumentando distintas razones a partir de 2018 y este año resolvió también postergar «para una segunda etapa» el tramo entre Rafaela y Sunchales de conversión en autopista, que en principio estaba incluido en un mismo «paquete» de obras.
Ayer, los vecinos de Sunchales se encargaron de remarcar que el reclamo no tiene alcances partidarios, sino que refleja el hartazgo de la comunidad ante la falta de repuestas.