Thian Toledo, de 7 años, se descompensó en pleno festejo de cumpleaños y cayó inconsciente. Su familia denunció demoras en la llegada de la ambulancia. En paralelo, un adolescente de 15 años perdió la vida en la escuela mientras jugaba al truco, y otros dos jóvenes de 13 años murieron de manera repentina durante la práctica de deportes y actividades físicas.
En apenas cinco días, Córdoba suma cuatro muertes súbitas infantiles, una seguidilla que causó conmoción e incertidumbre en toda la provincia. El caso que más estremeció a la comunidad ocurrió en Capilla de los Remedios, departamento Río Tercero, donde Thian falleció de forma inesperada. Según su madre, el nene estaba jugando, se sentó de repente en una silla y enseguida perdió el conocimiento.
El martes se conoció otra tragedia: Lautaro Maineri, de 15 años, se desmayó en el aula del Ipet 251 Guarnición Aérea mientras jugaba con sus compañeros. El arquero del Club Atlético All Boys fue trasladado de urgencia a la Clínica Vélez Sarsfield, donde le diagnosticaron un coágulo cerebral inoperable. Permaneció en estado vegetativo hasta su fallecimiento. “El domingo jugó un gran partido, lo abracé sin imaginar que sería la última vez”, recordó con dolor su coordinador de fútbol, Gabriel Peralta.
La lista de casos recientes incluye además la muerte de un joven de 13 años en el Club Atlético San Lorenzo, en barrio Las Flores, mientras practicaba fútbol. Un profesor intentó reanimarlo con RCP y se organizó un cordón sanitario para trasladarlo al hospital de niños, pero los médicos confirmaron el deceso.
El primer episodio de esta trágica serie se produjo en Villa Carlos Paz, cuando otro adolescente de 13 años sufrió un paro repentino en una plaza del barrio Los Eucaliptos mientras hacía ejercicios. Fue llevado al Hospital Gumersindo Sayago, donde constataron que había muerto súbitamente.
La Fiscalía del Tercer Turno, a cargo de la doctora Jorgelina Gómez, investiga las circunstancias de los fallecimientos y ordenó las autopsias correspondientes para establecer con precisión las causas. Mientras tanto, las comunidades educativas y deportivas afectadas atraviesan días de duelo e incertidumbre.









