Fue luego de los incidentes que se registraron en la región javanesa de Malang; ya terminado en el estadio «Kanjuruhan» el encuentro entre Arema FC y Persebaya Surabaya.
Las fuerzas de seguridad respondieron a una invasión de campo con el uso de gases lacrimógenos y allí se desató una enorme estampida humana.
Hay 17 niños fallecidos de entre 12 y 17 años.
Las protestas estallaron luego de la derrota del Arema FC. Los hinchas entraron al campo de juego, se cree, con la intención de pedir explicaciones a los jugadores.
Entonces, los guardias adoptaron medidas preventivas y de distracción con la intención de que «el caos no escalara». Eso incluyó el uso de gases lacrimógenos. El desenlace fue el peor.
Joko Widodo (Presidente de Indonesia) dio la orden de suspender todos los partidos, hasta que no se aclare lo que ha mencionado como una «verdadera tragedia humanitaria».