Andrea Uboldi, exministra de Salud de Santa Fe y convocada recientemente por la nueva gestión para participar del comité de expertos que se ocupa de la pandemia del coronavirus, anticipó que “pronto la provincia estará en condiciones de realizar sus propios análisis de diagnóstico” a fin de descomprimir el cuello de botella que se está produciendo en el Instituto Malbrán.
“El Malbrán no está mostrando la realidad del país, porque los casos que se confirman están relacionados con su capacidad operativa de procesar las muestras. La descentralización del diagnóstico es fundamental”, insistió Uboldi.
“Santa Fe tiene capacidad operativa, técnica y equipamiento; solo falta decisión política de Nación”, señaló la especialista y celebró que el gobernador Perotti haya acompañado esta iniciativa.
Uboldi adelantó que al descentralizarse los centros que puedan analizar las muestras, es muy probable que la curva de casos confirmados se eleve considerablemente. Pero esto no debería alarmar, ya que tener certezas reales sobre la situación que se atraviesa permitirá hacer más eficiente la atención médica. “Tener un diagnóstico rápido nos permite trabajar para tomar medidas de acción más importantes”, expresó.
Sobre la chance de contar con un antídoto eficaz, Uboldi fue categórica: “La posibilidad de enfrentar este momento en Argentina será sin vacuna”, y explicó que cualquier desarrollo de los que se están experimentando demandará muchos pasos y procesos de pruebas que demorarán la comercialización del producto hasta por lo menos fin de este año.
Uboldi también explicó cómo están trabajando en la investigación y calificación de este virus: “No tenemos certeza de que pueda haber presentado algunas mutaciones, comparando lo de China con Europa. Hoy ni Italia ni España está produciendo información. Pero aunque se trata de un virus nuevo ya hay mucha documentación generada que nos permite actuar: existen protocolos, recomendaciones y muchos materiales para organizarnos y prepararnos”.
Finalmente, Uboldi remarcó que el aislamiento es la principal acción preventiva: “Hay que quedarse en casa, no es una respuesta individual sino colectiva y social. La mejor vacuna es quedarse en casa”. Y recalcó esta recomendación especialmente para mayores de sesenta años y personas con patologías crónicas.
“Si logramos que en estas dos semanas, el cien por ciento de la población se queda en casa sería altamente probable que tengamos una ascenso de casos mucho más lento. Eso es lo que necesitamos para que el sistema de salud pueda responder a todas las consultas”, reflexionó.
Según la médica infectóloga, por tratarse de un virus nuevo, la población no tiene anticuerpos para enfrentarlo, lo que eleva la capacidad de contagio: “La tasa de ataque va a ser mucha: la mayoría lo va pasar en su casa, pero va a haber un grupito importante de la población que va a necesitar mucho cuidado durante la internación y en terapia intensiva”. Y recalcó el pedido de “quedarse en casa” para atenuar la curva de contagios.
Fuente: PidoLaPalabra
