El lunes 23 de agosto de 2021 quedará grabado como uno de los días más tristes en la historia del básquet aurinegro. Se hicieron los esfuerzos, pero no hubo caso.
El «Tigre», campeón nacional 07-08 y bicampeón sudamericano (2002 y 2007) ya no es parte de la LNB. Estuvo poco más de dos décadas, con un breve impasse en la temporada 2017-18.
Por entonces le vendió su plaza a Salta Basket. En menos de 10 meses había regresado, siendo un gran campeón y aplastando 3 a 0 en la Final al otrora gigante Estudiantes de Olavarría.
En un básquet sostenido por los gobiernos provinciales, y con una AdC que solo pretende llenar la nómina de 20 equipos, a los clubes que dependen del privado se les hace casi imposible.
Perdura Atenas (C), que se va a jugar el Súper 20 a La Rioja para juntar unos pesos, franquicias con empresarios millonarios o equipos bancados por estados provinciales.
Hay excepciones. Y Libertad lo fue hasta hace pocos meses. Platense, Argentino (J), Peñarol (MdP) y Ferro todavía resisten. Boca juega la Liga Nacional con las sobras del fútbol.
Lo cierto es que el «Cañonero» cae otra vez a la segunda categoría sin el deseo de volver pronto a la «A». Le quedan quince millones de pesos, pero casi diez los usará la próxima temporada.