Es complejo entender adentro y afuera del ambiente del básquet como Federico Susbielles no fue reelecto en la Presidencia de la Confederación Argentina. Se hizo cargo del mencionado ente rector allá por 2014. Fue interventor y luego alcanzó la presidencia.
El ex jugador bahiense fue fundamental para reordenar la economía de la CABB tras el desfalco de la administración conducida por Vaccaro y que tenía a Fabián Borro como Vicepresidente 3°.
Luego de varios años de grandes logros deportivos, la Confederación Argentina fue intervenida por el Estado Nacional a raíz de una preocupante situación económica e institucional. Restaban sólo 24 días para el comienzo de la Copa del Mundo de España 2014.
La medida extrema fue bienvenida por los propios jugadores de la Generación Dorada. Ellos habían amenazado con renunciar al equipo nacional en caso de que siguiera la conducción de Vaccaro.
Sin embargo, poco menos de 6 años después, elecciones mediante, Fabián Borro se impuso en las urnas. Desde la presidencia del Club Obras Sanitarias y Febamba desembarcó en la AdC.
Desde allí se catapultó a la CABB, como se ha mencionado, a pesar de haber sido el Vicepresidente 3° de la peor gestión de la historia en materia económica.
En realidad, para llegar a la presidencia ni siquiera tuvo que refrendar el poder en la votación de la asamblea prevista para el 19 de diciembre de 2019, ya que «Federales Unidos por el Básquet», que proponía la continuidad de Susbielles, desertó de la contienda electoral.
¿El motivo? No llegaban a reunir a los 21 delegados necesarios para avalar la postulación. Hoy, se conocieron fuertes declaraciones de Luis Scola. El gigante habló con Clarín y no se guardó nada.
«Es muy difícil para mí estar involucrado en esta CABB», apuntó Luis Scola. «Muchos pertenecen al grupo de gente que nos creó el mayor daño que tuvimos en la historia». Luego contó: «Vuelven para reforzar un sistema que ya está roto y se votan para perpetuarse».
«Ya vimos el resultado que tuvieron y probablemente tengan el mismo. Mi forma de entender como funcionaría una organización deportiva está en mis antípodas», agregó.
«Por ende, es imposible llegar a un punto medio. Les deseo lo mejor. Lo que yo creo que debe ser la CABB es muy diferente a lo que piensan ellos. No tengo lugar para ayudar», concluyó. ¡Pumm!