Como cada 3 de diciembre, hoy se celebra en Argentina y gran parte de América Latina el Día del Médico en honor al doctor Carlos Juan Finlay Barrés, quien confirmó la teoría de «la propagación de la fiebre amarilla a través del mosquito el Aedes aegypti”.
Finlay Barrés, nació en Camagüey un día como hoy pero de 1833. Hijo de un médico inglés que residía en la isla, durante las guerras por la independencia cubana fue convocado por el ejército estadounidense para que analizara las bajas de los soldados de Estados Unidos y España por la fiebre amarrilla.
Allí, pudo comprobar una teoría que venía elaborando desde algunos años atrás: que el mosquito aedes aegypti era el trasmisor de dicha enfermedad. Sin embargo, cuando presentó sus estudios en La Habana, en 1881, ante la Academia de Ciencias sus colegas subestimaron sus palabras.
Fue recién 20 años después que tomaron en serio su hipótesis. En 1900, una Comisión de la Fiebre Amarilla enviada por Estados Unidos a Cuba logró comprobar su teoría. 55 años después la Confederación Médica Panamericana (CMP) dispuso que se celebrara el Día del Médico el 3 de diciembre para rendirle homenaje al «hombre mosquito”, quien gracias a su descubrimiento salvó millones de vida.
Su logró permitió abrir nuevas posibilidades al progreso médico en la América tropical, evitó millones de muertes en América Latina y facilitó la evolución de la construcción del canal de Panamá.
En agosto de 1956 Argentina se adhirió oficialmente a la conmemoración, a iniciativa del Colegio Médico de Córdoba, avalada por la Confederación Médica Argentina y oficializada por decreto del gobierno nacional. (Redacción El Intransigente)