Anticipan un aumento en las naftas que rondará el 6%. Los estacioneros advirtieron que empezará a regir los próximos días. En enero ya hubo una suba similar.
El presidente de la Federación de Entidades de Combustible, Luis Malchiodi, confirmó que en los próximos días habrá un nuevo aumento de las naftas y no descartó nuevos ajustes en el precio en el mediano plazo.
"El aumento ya estaba anunciado, presumo que quizás no sea de 7 u 8 por ciento, sino similar al de enero, de un 6 por ciento", dijo y aclaró que la suba se concretará "en estos días".
Malchioldi justificó el ajuste en el valor del combustible al señalar que su sector no es formador de precios, sino que "es una decisión del Gobierno con las petroleras", en un contexto geográfico en que el país tiene las naftas a "precios similares a Chile, Brasil y Paraguay, con excepción de Uruguay, donde es un 30% más cara". Además, planteó que el incremento busca anticiparse los aumentos salariales de paritarias.
El último incremento en las naftas fue en enero pasado, cuando subieron un 6 por ciento.
Si bien trascendió recientemente que la suba en realidad oscilaría en torno a un 7 y 8 por ciento, el porcentaje parecería ser menor según la visión de la federación del combustible. La sentencia final será este viernes, cuando el ministro de Minería y Energía, Juan José Aranguren, se reúna con las compañías de la actividad para definir la suba.
Consultado sobre si será el último aumento del año, Malchioldi respondió que "tal vez haya algunos más pequeños en la medida que la inflación continúe. Si no hay inflación seguro van a estar estables hasta fin de año", advirtió.
En un contexto en que cae fuertemente el precio del petróleo a nivel mundial, el representante de los estacioneros sostuvo que el incremento sostenido de las naftas en la Argentina se debe al factor tributario, ya que el combustible "tiene un 70% de impuestos si se toman en cuenta los municipales, provinciales y nacionales". Aquella presión fiscal se ve compensada por el subsidio que significa la fijación de un precio interno a 70 dólares el barril, que se hizo cuando estaba a 110 dólares en el mundo, mientras que ahora está a tan solo 30 dólares.
Pese a los incentivos al sector, Malchioldi advirtió que "hay una baja en el consumo de combustible" del orden del 25 por ciento en el país, que afecta "no sólo en los propulsores caros, sino también en los más baratos". "Incluso el gas se vende menos", concluyó.
Fuente: Infobae
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