Una veintena de integrantes de una facción de barras bravas rafaelinos ingresaron a Sunchales sorteando todo tipo de controles para apoyar la manifestación de un grupo de empleados municipales que pretende remover de su cargo a Adrián Bertolini.
Ésto sucedió en el día de ayer a partir de las 9:30 de la mañana en el centro de Plaza Libertad, cuando algunos manifestantes con banderas con la inscripción "Bertolin (sin la i del final) …." trataban al Secretario General del Gremio con todo tipo de epítetos agraviantes contra su persona.

Con detonaciones de fuegos de artificio y bombas de estruendo arrojadas sobre la Explanada Cívica, mientras pasaban autos por ahí, se fueron acercando al Palacio Municipal, incluso cuando cuatro de los manifestantes ya habían sido recibidos por el ejecutivo municipal.
Uno de los momentos de máxima tensión se vivió cuando dos representantes de la actual conducción del SOEM se aprestaron a dialogar con la prensa allí presente. En ese momento, el grupo de violentos se les acercó y comenzó a vociferar amenazas de todo tipo, debiendo intermediar un móvil policial entre los violentos y los gremialistas.

Según indicaron los mismos manifestantes, contaban con el apoyo de "compañeros de Palacios", comuna presidida por el Sr. Lucas Bussi, enemistado con Bertolini desde el día en que este brindó apoyo sindical a una empleada de esa localidad, que denunció al propio Bussi por malos tratos.
Los manifestantes se reunieron por algunas horas con funcionarios del ejecutivo municipal, mientras que desde el Concejo Municipal los invitaron a reunirse durante los días venideros. "Este es un camino que iniciamos y vamos a ir hasta las últimos consecuencias" manifestó uno de los manifestantes a este medio.
Multas a los rafaelinos
El grupo de barra bravas que vinieron desde Rafaela, entraron por un punto no permitido: calle Carlos Gabasio y al salir por Av. Yrigoyen, se les labraron actas de infracción (GUS y Policía) por que en varios casos excedían la cantidad de ocupantes en los autos, tenían menores de edad y absolutamente nadie contaba con permisos de circulación.